La Ley 5/2019, aprobada por el Congreso de los Diputados y que pretende reglamentar los contratos de crédito inmobiliario, trajo algunos cambios, especialmente para los solicitantes de hipotecas. Pero, ¿cómo funciona la nueva Ley Hipotecaria? Es decir, ¿qué conllevan exactamente estos cambios para los clientes?
Menos gastos
En primer lugar, existe un nuevo reparto de los gastosde la formalización de un préstamo bancario. Es decir, algunas comisiones que estaban a cargo del consumidor ahora serán de la responsabilidad de las entidades.
Por ejemplo, el cliente pagará la tasación, la comisión de apertura y el estudio del préstamo (si el banco las cobra) y las segundas copias del notario. Por su parte, los bancos tendrán que abonar el registro, el impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD), la gestoría y las primeras copias del notario.
Más protección y transparencia
Otro cambio importante cuando hablamos de cómo funciona la nueva Ley Hipotecaria tiene que ver con la protección al consumidor.
Así, los bancos deben ofrecer al cliente la ficha europea de información normalizada (FEIN) con todas las condiciones y cláusulas del contrato de hipoteca. Después, el cliente dispondrá de diez días antes de firmar el contrato, para poder analizar toda la información precontractual, comparar ofertas y decidir.
El cliente tendrá igualmente la posibilidad de elegir al notario, al cual debe acudir como mínimo dos veces: la primera, sin la entidad bancaria, para resolver todas las dudas que tenga; la segunda, con la entidad, para firmar la hipoteca. El notario será responsable por asegurarse de que no existen cláusulas abusivas y que el deudor entiende las condiciones a través de un cuestionario.
Además, se creó una autoridad independiente para supervisar los procesos de contratación inmobiliaria y gestionar las reclamaciones de los clientes.
Vinculaciones y modificaciones
Los bancos están prohibidos de obligar a la contratación de productos vinculados como condición sine qua non. Por ejemplo, tarjetas o seguro de vida u hogar. Sin embargo, las entidades tienen la libertad de poder ofrecer bonificaciones a cambio de la contratación de dichos productos.
Desaparece la posibilidad de cobrar comisiones por novación en el préstamo, es decir, por cambios que se puedan hacer al contrato hipotecario. La subrogación también será más fácil y si el cliente quiere cambiar su hipoteca a otro banco, no se cobrará comisión. Asimismo, se eliminan las “cláusulas suelos”, pues se establece por defecto un tipo mínimo del 0% para los préstamos hipotecarios.
Además, el coste de la amortización anticipada del préstamo se reducirá, al igual que los intereses de demora, y la dación en pago será voluntaria.
Más exigencia
Debido a todos estos cambios de la nueva Ley Hipotecaria y con el fin de evitar que se concedan hipotecas a quienes no tengan capacidad de pago, las entidades serán más exigentes antes de aprobar un préstamo. Así, llevarán a cabo una evaluación rigurosa de la solvencia de los solicitantes, consultando el historial crediticio del cliente en el Banco de España.
Las nuevas normas no tienen carácter retroactivo. Es decir, solo se aplicará a los contratos nuevos o que sean objeto de novación o subrogación posteriormente a su entrada en vigor.
Si tienes alguna cuestión sobre cómo funciona la nueva Ley Hipotecaria o si buscas casa, no dudes en contactar a los profesionales de Nolon, para que puedan acompañarte paso a paso en toda esta operación.