Ventajas de comprar una vivienda de segunda mano

Cuando estamos buscando casa, existen varios elementos importantes que pesan en esa decisión. La ubicación, el espacio, el precio, la rentabilidad y si el inmueble es nuevo o no, son algunos de los factores más influyentes. Por lo general, pensamos en las ventajas de estrenar una casa. Sin embargo, la vivienda de segunda mano ofrece muchos beneficios muy atractivos. Te especificamos cuáles.

¿Qué es una vivienda de segunda mano?

Según explica la Agencia Tributaria, una vivienda de segunda mano es un inmueble residencial que ha tenido por lo menos un propietario o que ha sido alquilado durante dos años (a personas que no son el nuevo propietario).

Principales ventajas de comprar una vivienda usada

Si la ubicación y la posibilidad de mudarte rápidamente son factores importantes al elegir tu nueva casa, la vivienda de segunda mano puede ser la mejor opción.

Seis ventajas de comprar una vivienda usada:

1. Precio
2. Personalización
3. Fiscalidad
4. Ubicación
5. Revalorización
6. Acceso inmediato a la vivienda

Te explicamos sus ventajas:

Ubicación céntrica: es muy difícil que exista suelo disponible para construcción de nuevas viviendas en zonas céntricas de la ciudad, por lo que encontrarás más fácilmente casas usadas.
Inversión más rentable: si tienes una casa usada en una buena zona, simplemente por hacer algunas reformas, aumentarás su valor.
Más barata: el precio del metro cuadrado de una vivienda usada es más bajo que el de una nueva.
Gastos de comunidad inferiores: una casa usada no suele tener tantas instalaciones como las urbanizaciones nuevas, por lo que los gastos de comunidad serán más bajos.
Una casa a tu gusto: al ahorrar en el precio, puedes invertir en reformas que revaloricen la casa.
Menos impuestos en la compraventa: una vivienda de segunda mano no está sujeta al IVA, solo al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) en su modalidade de transmisiones patriomoniales onerosas (TPO) que varía de una comunidade a otra. Suele estar entre el 4% y el 10% del precio del inmueble, pero suele ser más bajo que el IVA. Algunas Comunidades Autónomas ayudan a hacer frente a este impuesto hasta el 50% para algunos colectivos.
Mudarte inmediatamente: si compras una casa en plano, por ejemplo, tendrás que esperar que se termine la construcción.

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